Al Camino Sinodal Alemán
Queridos Hermanos y Hermanas en el Camino Sinodal,
Les escribimos con gran respeto y preocupación fraterna, guiados por el espíritu de amor y unidad que debe ser el pilar de nuestra Iglesia. Hemos estado atentos a los desarrollos recientes en el Camino Sinodal y sentimos la necesidad moral de compartir nuestros pensamientos con ustedes.
Reconocemos y valoramos su intención de abordar los desafíos y crisis que enfrenta nuestra Iglesia hoy en día, especialmente en respuesta a los trágicos casos de abuso sexual. Sin embargo, debemos recordar que la Iglesia de Cristo es una, santa, católica y apostólica, y que la comunión con Roma constituye el núcleo de nuestra identidad católica.
Con preocupación, observamos que algunas de sus propuestas, especialmente la creación de un Consejo Sinodal que podría limitar la autoridad pastoral y de la propia Conferencia Episcopal, nos mueven a preocuparnos de que la autoridad y la unidad de la Iglesia puedan ser socavadas. Es crucial no olvidar que el Papa, como sucesor de Pedro y guardián de la unidad de la Iglesia, debe proteger la fe y la disciplina.
El Papa Francisco, al aprobar la carta vaticana "in forma specifica", ha manifestado claramente su posición sobre este asunto. Existe el riesgo de que, al persistir en esta dirección, podamos distanciarnos de la comunión con la Iglesia universal, lo que en el peor de los casos, podría llevar a un cisma.
Por lo tanto, los exhortamos fraternalmente a reflexionar profundamente sobre sus acciones y cómo pueden avanzar en la búsqueda de reforma dentro de la estructura de la comunión eclesial. Recuerden que el diálogo respetuoso y la cooperación con las autoridades eclesiásticas son fundamentales para el bienestar espiritual de todos los fieles.
En este momento crítico, confiamos en que, guiados por la humildad y el discernimiento, puedan corregir el curso y trabajar en unidad con el Papa y los pastores de la Iglesia para construir el Cuerpo de Cristo. Que el Espíritu Santo les brinde iluminación y guía en este camino de renovación y fidelidad.
Con sincero afecto en Cristo,