Proyecto de Ley de Libertad e Igualdad Religiosa en Ecuador

  Se Archivo la Ley de persecución política y antireligiosa 

El archivo definitivo del Proyecto de Ley de Libertad e Igualdad Religiosa en Ecuador es un motivo de celebración por varias razones, las cuales demuestran tanto la imposibilidad de fusionar ciertas ideologías con los principios fundamentales del cristianismo como la importancia de mantener un espacio democrático pluralista y respetuoso con la libertad de expresión. Este proyecto, impulsado por la asambleísta Esther Cuesta, no solo representaba una amenaza directa a la libertad religiosa y de expresión, sino también a la dignidad humana y los valores que muchos ecuatorianos defienden.

Una de las características más preocupantes del proyecto de ley era su enfoque hacia la Iglesia Católica y otras organizaciones religiosas, buscando silenciarlas bajo el pretexto de mantener la "neutralidad religiosa". Sin embargo, la propuesta, al prohibir que las iglesias participaran activamente en el debate público sobre temas morales y éticos, no solo violaba el principio de la libertad religiosa, sino que representaba un esfuerzo por imponer una ideología que no refleja la pluralidad de creencias en la sociedad ecuatoriana.

Además, el proyecto de ley en cuestión planteaba un ataque a los principios fundamentales de la ley natural, que son defendidos por la Iglesia Católica y otros sectores religiosos, los cuales argumentan que la moral humana no puede ser determinada únicamente por el Estado, sino que debe estar basada en valores universales, tales como el derecho a la vida, la libertad religiosa, y la familia como base de la sociedad. La ley no solo apuntaba a restringir la participación de la Iglesia, sino que en última instancia, buscaba dar paso a visiones ideológicas antagónicas al cristianismo, como el comunismo y la ideología de género, que en muchos casos promueven políticas que no solo son incompatibles con los principios cristianos, sino también con los derechos fundamentales de los seres humanos.

En este contexto, el proyecto de ley también pone de relieve una clara contradicción con la doctrina católica sobre el socialismo y el comunismo. La Iglesia Católica ha sido coherente en su rechazo al marxismo, considerándolo incompatible con los principios cristianos. Papa Pío IX, en su encíclica Qui Pluribus (1846), y más tarde León XIII, criticaron la lucha de clases y la propiedad colectiva defendida por el marxismo, afirmando que ningún cristiano puede ser comunista. Martin Luther King Jr. también se alineó con este pensamiento, señalando en 1962 que los cristianos no pueden ser comunistas, dado que las ideas de Marx se oponen directamente a los principios morales cristianos.

El hecho de que un proyecto de ley en Ecuador intentara equiparar la defensa de principios religiosos y éticos con un intento de manipulación ideológica, subraya el peligro de las leyes que, bajo la máscara de igualdad y libertad, buscan silenciar las voces contrarias al statu quo. Celebrar el archivo de este proyecto es, por lo tanto, una reafirmación del derecho de los ciudadanos, incluidos los cristianos, a participar activamente en la construcción de una sociedad basada en la dignidad humana, el respeto por la libertad de conciencia y la promoción del bien común.

Este archivo también subraya la necesidad de mantener una democracia genuina, donde las diferentes perspectivas, incluidas las religiosas, puedan coexistir y contribuir al debate público sin temor a represalias o sanciones. Como expresó san Juan Pablo II: "Una democracia sin valores se convierte en una tiranía visible o encubierta". Al rechazar este proyecto de ley, Ecuador ha dado un paso hacia una mayor protección de los valores fundamentales que garantizan una sociedad libre, justa y pluralista, sin caer en la imposición de ideologías que buscan controlar la mente y el espíritu de las personas.

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