Patria, Libre y Soberana

Poesía

Por la Cruz de Cristo y por su santa ley, se alza la Patria contra el falso “rey”, que promete al hombre, sin trono ni altar, el cielo ilusorio que no puede dar.

El sabio maestro, Tomás de Aquino, bebe de Sócrates, de Aristóteles, su camino; no niega el valor de la persona en su ser, pues es imagen de Dios, hecha para florecer.

Mas surge un error que llama a la masa, el comunismo rojo, y en su fauce arrasa la dignidad humana y su razón mayor: “Es intrínsecamente perverso”, dice Pío XI con fervor. 

Sucesor de Pedro, Pío IX clamó en “Quanta Cura” y otras luces dio: “El socialismo, el comunismo y el nihilismo han de rechazarse, son puro abismo.” 

Pío X, pastor santo, habló sin temor: “Modernismo y comunismo, error destructor; roban al hombre la gracia esencial, borran su alma en la marea social.”

El comunismo, retoño del capitalismo, nacido del liberal y vano egoísmo, reduce la vida a meros engranes, la persona es número entre turbios afanes.

Mientras el capital hace al hombre productor, el colectivismo lo funde en su ardor; el uno codicia, el otro se impone, y en medio, el hombre clama por su nombre.

¡Oh tierra andina! ¡Oh cumbre de fuego! Libertas tu voz contra el yugo cruento, no vendas tu honor por un ídolo infiel que siembra pobreza y domina con él.

¡Oh Noboa!, llamado por el pueblo a guiar, cuida esta tierra con celo ejemplar: no rinda tu mando al falso clamor, que oculta la trampa del “redentor”.

Es el bien común, diría Santo Tomás, la vía recta que a Dios nos lleva más: la sociedad florece cuando se respeta la persona humana y su noble meta.

Patria que reza, que sueña y advierte que en Cristo se halla la Verdad más fuerte; sin Dios, sin Ley eterna, sin caridad, no hay cimiento firme, sólo oscuridad.

¡Patria Libre por la Gracia de Dios! que se funda en la fe y su recta razón: un orden natural, moral y cristiano que eleva al hombre y lo hace hermano.

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