Carta abierta sobre el “Estado de Derecho” en Ecuador
Opinión
Señoras y señores, ciudadanos de este país de ficciones jurídicas,
Nos han repetido hasta el cansancio que Ecuador es un Estado de derechos y justicia. Una afirmación tan solemne como falsa. Porque en este país, el derecho es un privilegio y la justicia, un lujo.
La Constitución dice una cosa, los acuerdos internacionales otra, y la realidad una completamente distinta: en Ecuador, la norma es el abuso, la regla es la precarización, y la ley es letra muerta cuando les conviene, e "incumplible" cuando no tiene reglamento. Un verdadero paraíso de la impunidad disfrazado de Estado de Derecho.
Lo digo con conocimiento de causa. Como médico en el sector público, trabajo noches, fines de semana, feriados. La Constitución, la OIT y el simple sentido común establecen que el trabajo debe ser remunerado de forma justa. Pero claro, esas reglas solo aplican para algunos. Los que estamos bajo la LOSEP o regímenes especiales, simplemente no existimos para el sistema. Nuestro sacrificio es "vocación"; nuestro derecho a una compensación, un "privilegio" reservado para los que caen bajo el Código del Trabajo.
Pero cuidado, porque en este país el que reclama paga un precio. No solo le niegan sus derechos, sino que lo cazan por atreverse a exigirlos. El que osa presentar un reclamo por escrito se convierte en enemigo del sistema. Lo fichan, lo persiguen, lo silencian. Porque aquí, pedir lo que te corresponde es más peligroso que robarlo.
Dicen que en Ecuador la ley es la ley. La única ley real es la del más fuerte, la del que ostenta el poder para manipular el derecho a su antojo. Si tienes un cargo alto, no cumples la ley, la interpretas. Y si la realidad no encaja con tu interpretación, simplemente la ignoras.
¿Es este un Estado de Derecho? ¿Un país donde los derechos existen solo en el papel? Ecuador no es un Estado de derecho; es un Estado de privilegios, de arbitrariedades y de hipocresía legal. Un país donde la ley es un adorno y la justicia un mito.
Atentamente,
