Sistema Nacional de Salud en Ecuador y Propuesta de Reestructuración
Análisis
El sistema de salud ecuatoriano lleva más de 40 años sin experimentar cambios significativos, manteniéndose vigente gracias a parches y ajustes temporales que buscan, sin éxito, atender las necesidades de una población en constante crecimiento. Esta realidad se ha vuelto insostenible, y el modelo actual no sólo no responde a las demandas de salud de la ciudadanía, sino que, en muchos casos, las desconoce y desatiende. Durante el gobierno de Rafael Correa, se impuso una política de maquillaje, donde las carencias de recursos e insumos se mantenían ocultas. Si algún familiar de paciente señalaba estas deficiencias, se sancionaba al personal médico encargado, desvirtuando la verdadera problemática de fondo y reprimiendo las voces que intentaban visibilizar la crisis.
En la actualidad, es fundamental reconocer que la situación crítica del sistema de salud ecuatoriano no es responsabilidad exclusiva de ningún gobierno en particular, sino el resultado de décadas de mala administración y modelos obsoletos. Los problemas estructurales son tan profundos que el sistema ha quedado obsoleto, siendo incapaz de brindar una atención digna y oportuna a la población. Urge, por tanto, una reestructuración integral que permita dotar al sistema de los recursos y financiamiento necesarios para garantizar el acceso a la salud, con un modelo de contribución basado en la capacidad económica de cada ciudadano.
Diagnóstico de la Situación del Sistema de Salud
El sistema de salud actual está caracterizado por la fragmentación, la falta de recursos y una estructura de financiamiento deficiente. Las instituciones de salud pública, incluyendo el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Seguro Social Campesino, operan de forma independiente, lo cual genera duplicidad de funciones y desperdicio de recursos. Además, el modelo de financiamiento es insostenible, con gastos que superan las contribuciones y que son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de salud de la población.
Uno de los problemas más graves del sistema es su incapacidad para adaptarse a las realidades económicas de los usuarios. Los pacientes de escasos recursos, que son mayoría en el país, dependen de una atención de calidad inferior a la que podría ofrecerse si existiera una planificación adecuada y un financiamiento estructurado. A esto se suma el hecho de que el acceso a servicios de salud, tanto primarios como especializados, es limitado en áreas rurales, donde el Seguro Social Campesino presenta una cobertura que no se ajusta a la realidad de las necesidades ni a la calidad requerida, además de estar sobredimensionado en gasto.
Propuesta de Reestructuración del Sistema Nacional de Salud
Para responder a estas deficiencias, se propone una reorganización integral del sistema nacional de salud, que contemple los siguientes ejes:
1. Unificación del Sistema de Salud
La fragmentación institucional debe ser eliminada para permitir un aprovechamiento óptimo de los recursos. Se propone la integración de todas las entidades bajo un único Sistema Nacional de Salud, que abarque el IESS, el MSP y el Seguro Social Campesino. Esta unificación permitirá una administración más eficiente, con un enfoque centralizado en la planificación y el control de los recursos. Además, esto facilitará la creación de un sistema de información única de pacientes, que permita dar seguimiento a su historial médico en cualquier parte del país.
2. Sistema de Contribución Progresiva por Estratos
El sistema de financiamiento debe basarse en la capacidad económica de cada ciudadano. Inspirándose en el modelo colombiano, la población podría clasificarse en siete estratos económicos. El estrato 1 correspondería a las personas de menores ingresos, que aportarán de forma simbólica con contribuciones entre 1 y 10 dólares mensuales, mientras que los estratos más altos, como el estrato 7 (equivalente al 10% de la población de mayores ingresos), contribuirán con montos mayores. Esto permitirá que quienes tienen capacidad económica más alta sean quienes aporten una proporción justa para sostener el sistema, mientras que aquellos de ingresos bajos no se verán excluidos de los servicios de salud.
3. Sustitución del Seguro Social Campesino
Dado que el actual Seguro Social Campesino representa un gasto desproporcionado en comparación con los beneficios que otorga, resulta necesario reestructurarlo. En lugar de mantener un sistema independiente y costoso, se propone integrar a la población campesina en el Sistema Nacional de Salud, donde puedan recibir una atención adecuada sin que el financiamiento de este segmento ponga en riesgo la sostenibilidad general. Los campesinos, al igual que otros estratos de menores ingresos, contribuirían según sus posibilidades económicas, asegurando así un modelo de financiación equitativo.
4. Financiamiento Sostenible del Sistema de Salud
La base del financiamiento del sistema debe incluir una combinación de fuentes, además de las contribuciones de los usuarios, que ayuden a cubrir el gasto en salud. Se propone implementar impuestos específicos sobre productos que afectan la salud pública, como los alimentos ultraprocesados, los plásticos de uso único y los productos que incrementan el riesgo de enfermedades crónicas. Este tipo de impuestos no sólo contribuirán a mejorar el financiamiento del sistema, sino que también incentivarán prácticas de consumo más saludables en la población.
5. Priorización de la Infraestructura y el Personal de Salud
La infraestructura hospitalaria y la plantilla de personal de salud deben ser fortalecidas de manera prioritaria. Se requiere un diagnóstico exhaustivo de las condiciones de los centros de salud y hospitales en todo el país, así como una planificación para mejorar sus condiciones en un plazo concreto. Los salarios del personal de salud deben ajustarse a la realidad económica y a las demandas del mercado laboral, garantizando que las condiciones laborales sean lo suficientemente atractivas para retener talento y reducir los índices de corrupción.
6. Modernización de la Administración y Servicios Digitales
La digitalización del sistema es clave para mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos y facilitar el acceso a los servicios de salud. Se propone implementar un sistema de expediente médico electrónico único, que permita a los pacientes acceder a su historial médico en cualquier hospital o centro de salud del país. Esto no sólo reducirá el tiempo de espera y optimizará los diagnósticos, sino que también permitirá una mejor coordinación entre los profesionales de la salud y una reducción de los costos asociados a la duplicación de pruebas y tratamientos.
Conclusión
La crisis del sistema de salud en Ecuador es un problema complejo que requiere soluciones de fondo. La implementación de una reforma estructural que integre a las instituciones de salud bajo un único sistema, con un modelo de financiamiento progresivo y sostenible, representa una oportunidad para transformar la salud pública en Ecuador. Los ecuatorianos merecen un sistema de salud que responda a sus necesidades, con servicios accesibles y de calidad, sin importar su condición económica o su lugar de residencia. Esta propuesta de reestructuración busca sentar las bases para un sistema de salud inclusivo, eficiente y moderno, capaz de responder a los desafíos del presente y garantizar el derecho a la salud de futuras generaciones.